Las Hadas
Howarts
Los Psixes
En el presente ensayo he recopilado y resumido las características más importantes de los psixes. La intención es que sirva al estudioso para adquirir, en una simple lectura, los conocimientos mínimos acerca de esta especie que le permitan seguir ampliando información sobre este pueblo tan peculiar.
Se denomina psix al miembro de una especie que se cree emparentada con el ser humano, pero de características biológicas muy diferentes. De hecho, su ciclo vital es tan distinto que los estudiosos no se ponen de acuerdo con respecto a su origen. En el presente ensayo, he decidido exponer la teoría aceptada más ampliamente para explicar su procedencia, si bien, incluiré comentarios acerca de las visiones menos ortodoxas.
Aunque se trata de un pueblo muy poco numeroso y nómada, de individuos tan solitarios que carecen de organización social, se conoce muy bien tanto su anatomía como su forma de vida. Esto se debe a que suelen trabajar para entidades políticas humanas como mercenarios o soldados regulares.
Los psixes se reconocen de inmediato debido a su fealdad extrema. Poseen rasgos muy poco agraciados, y pasarían por seres humanos corpulentos, salvo por dos detalles: sus pies y la parte superior de manos y antebrazos están cubiertas por escamas, y sus ojos, que son parecidos a los humanos, se diferencian en que la pupila es rasgada, y sólo se hace redonda en plena oscuridad. Son estos detalles, junto al hecho de que sean ovovivíparos, en lo que se fundamenta la teoría más extendida sobre su aparición, que describiré más adelante.
Son individuos de complexión muy robusta, de gran fuerza y un carácter hosco y feroz. Están muy poco diferenciados entre ellos y, sin apenas excepciones, la altura de los individuos de ambos sexos oscila entre 1,70 y 1,80 metros. Ni los varones ni las mujeres psix tienen barba o vello corporal, aunque sí pelo en la cabeza y, normalmente, se dejan crecer el cabello, que es indistinguible del humano, hasta los hombros. Las diferencias entre los dos sexos de los psixes se concentran en la zona genital, bastante similar a la de hombres y mujeres, y a que las psixes hembras tienen senos. A pesar de ello, a aquellos que no acostumbran tratar con psixes les suele resultar muy complicado distinguir si está hablando con un psix varón o no. Por fortuna, tienden a ser muy tolerantes ante estas confusiones si quien las comete es un ser humano.
Suelen ser guerreros formidables ya que son bastantes pocos los varones humanos con la corpulencia suficiente como para igualarles. En batalla suelen servir como infantería pesada. Según el nivel tecnológico del ejército en que luchen, aprenderán el manejo de unas armas u otras. Así, en los más primitivos suelen ir equipados de hachas de gran tamaño, mientras que en unidades militares más modernas, dada su fuerza y resistencia, suelen emplear grandes espadas de batalla. Apenas hay diferencias en la destreza militar de psixes varones o mujeres, si bien, por razones que se explicarán más adelante, las mujeres son mucho más reacias a incorporarse a unidades militares, y trabajan frecuentemente como guardaespaldas.
Torre de Breadrem
¿Qué es un dragón?
Los orígenes de estas criaturas son bastante confusos. Cada mitología tiene una versión diferente sobre la procedencia de tan fabulosos seres. Con un poco de paciencia trataré de hacer una pequeña recopilación y resumen de tan diversas creencias (a cual más inverosímil pues todo aquel que se precie de tener algo de intelecto sabe cual es su verdadero origen) y las expondré en la blogopédia.
La varita mágica
El fin de la varita es "encauzar" la energía del mago. (Es poco habitual, por no decir rarísimo, encontrar a alguno que logre lanzar encantamientos solo con la mirada).
La varita está constituida principalmente por dos partes: la madera y el alma. Como todos sabemos, es la varita quien escoge al mago, y no al contrario. Cada persona tiene su propia madera, y una sola alma. Es bien sabido, por ejemplo, que quien guarda en el corazón un grave secreto está destinado a la madera de higuera, y quien se ve tentado a seguir las artes oscuras es elegido por una varita de tejo. La encina es para los nobles de corazón, y el acebo para los valientes y leales.
Por otro lado tenemos el alma, la parte más importante en una varita. Las más conocidas son tres: cuerda de corazón de Dragón, crin de Unicornio y pluma de Fénix. Hay también otras alternativas, pero son bastante raras: cabello de Veela, escamas de basilisco o cobra, plumas de águila, etc.
El alma influye mucho en el poder de la varita y se sabe que el éxito de ciertos encantamientos se debe precisamente a ella. Todas las almas tienen, de hecho, puntos débiles y puntos fuertes. Por ejemplo, una varita que contenga pluma de Fénix no será apropieda para las artes oscuras, pero por el contrario tendrá éxito con los encantamientos más directos.
Brujas
Las brujas adoran al Diablo y secuestra a los niños, conoce toda clase de conjuros, es maligna y vive en una choza en lo más profundo del bosque, donde también hay un gato negro, un cuervo o murciélagos que le hacen compañía.
Desde el siglo XV hasta el siglo XVIII se vivió en toda Europa, sobretodo en Francia y Alemania, una verdadera psicosis colectiva con el tema de las brujas: se pusieron de moda los bebedizos, los filtros de amor, los envenenamientos y los brebajes. Habían posesiones demoníacas y había quienes hacían pactos con el Demonio, celebraban aquelarres o practicaban maleficios, embrujamientos y asesinatos mágicos. La nigromancia, la astrología, la quiromancia, las suertes echadas de mil maneras y todo lo que sonara a esotérico mágico o alquímico, era escrutado por las instituciones y cualquiera corría el peligro de ser acusado de brujería y enviado a la hoguera.
A lo largo de la historia se han realizado muchas clasificaciones de brujas con el fin de conocer mejor a estas criaturas inquietantes. Una de las más curiosas es la que realizó en 1740 Giordano de Bérgamo, que distinguió entre cinco tipos de brujas:
- La bacularia: aquella que monta una escoba
- La fascinatrix: aquella que causa mal de ojo
- La herberia: aquella que manipula hierbas maléficas
- La maliarda: aquella que causa toda clase de males
- La pixidaria: aquella que maneja ungüentos mágicos
A medida que el cristianismo se fue extendiendo por toda Europa hasta llegar a imponerse como religión oficial, las prácticas rituales heterodoxas sufriron un proceso de identificación con las artes diabólicas, a lo que siguió un largo periodo de represión por parte de los poderes de la Iglesia.
Sigurd de Völsung
Sigfrido, llamado Sigurd de Völsung, era el hijo del rey Sigmundo, que cayó en combate, y de su esposa Siglinda, que murió en el parto. Huérfano de padre y de madre fue educado en gran parte por el enano Regin, que vivía entre los hombres, a quienes entregó su sabiduría.
(Nota: me gustaría que constara que Regin fue discípulo de nuestro ilustre pensador, Damysh Rhikeya Dyaus, y así como éste instruyó a su discípulo, este a su vez legó sus conocimientos a unos pocos humanos, de ahí que esta raza, por regla general de tan poco intelecto, cuenta con algunas figuras destacadas en el panorama intelectual).
Después de matar a Fafnir, Sigfrido se enamoró de la doncella Brunilda, pero se casó con Gudrun tras haber sido engañado por un filtro del olvido.
(Nota: Más adelante, en esta Blogopédia, trataremos ampliamente el tema de esos seres maléficos conocidos por el nombre de "brujas" y sus filtros o pociones con los que manipulaban -y en la actualidad aún continúan haciéndolo- la vida de esos infortunados y poco inteligentes humanos).
Sigfrido se atrevió a superar el desafío de rescatar a Brunilda de un jardín rodeado de llamas, tomando la forma de su cuñado Gunnar, que la deseaba. Brunilda se casó con Gunnar convencida de que era el hombre más valeroso del mundo. Cuando al fin descubrió había sido engañada, Brunilda se vengó, causando la muerte de Sigfrido.
Bienvenidos a la Blogopédia Fantástica
Antes de entrar en detalles, debería mostrar algo de mi excelente educación y presentarme, aunque muchos de ustedes ya habrán tenido el inusitado placer de conocerme en El Paladín de la Reina, una especie de recopilación de los hechos que acontecieron hará más o menos unos cuantos meses en el lejano y vetusto reino de Plenia.
Mi nombre es Undreas Karelda Eirnan, y soy sigurd desde mi nacimiento, allá por elaño 1843 de la Segunda Era de Los Dracos, edad sin duda alguna excepcional en la historia de Hernia y en la cual nacimos los más destacados cazadores de Urdián.
El personaje cuyo retrato observáis, no soy yo. No me gusta que los cazadores de momentos capten mi imagen en algún momento dado de mi vida, así que decidí poneros el retrato de mi amiga Rianna, cazada en el insólito momento tras salir del baño. Aún conserva ese inusual corte de cabello que me hizo, al principio de conocerla, confundirla con un varón (es decir, con un miembro del sexo opuesto pero de su misma raza). Antes lucía una hermosa cabellera ondulada (o eso me han explicado, aún no tengo pruebas de ello) pero, no se por qué motivo, ella misma decidió hacerse ese rasurado. Hemos de suponer que algo la impulsó a tomar esa descabellada decisión pero si ustedes desean saber qué fue lo que la motivó a ello, deberían leer El Paladín de la Reina, creo que allí, se explica todo (y luego me lo cuentan).
Pero dejando a un lado estas minucias y centrándonos en los acontecimientos que verdaderamente nos importan, les diré que, debido a mi gran experiencia y conocimientos en el arte de cazar dragones me han propuesto colaborar en este blog. No sólo hablaré de dragoners, que es mi especialidad, sino que iré anotando vida y costumbres de todas aquellas criaturas que descubra en este insólito mundo que es Hernia. Así mismo, y como existen mundos y submundos tan diferentes a este en el que vivo, les invito a ustedes a participar también, enviandome algún correo con noticias sobre alguna extraña criatura que ustedes hayan descubierto.
El correo al que pueden escribirme es este: UndreasKareldaEirnan@hotmail.com
También pueden enviarme sus historias sobre su experiencia con estas criaturas. Todo será debidamente publicado, eso sí, porfavor les rogaría eviten esas faltas ortográficas tan desagradables que a veces observo en algunos escritos. Les estaría eternamente agradecido que no me dieran trabajo "extra" a realizar.
Muchas gracias a todos y espero disfrutes de la lectura de la nueva Blogopédia Fantástica.
Un nuevo premio, esta vez para el blog
El premio nos lo ha concedido desde su blog Azaharys, un lugar mágico que os invito a conocer. Hay quienes no son partidarios de aceptar según que premios. Por mi parte, lo considero una manera de conocer nuevos blogs que de otra manera quedarían relegados en el gran universo que es internet.
Y navegando, navegando, conocemos lugares sorprendentes y maravillosas. A veces por sus contenidos, otras, porque el maravillosos diseño y montaje o incluso la música que nos envuelve nos invita a permanecer allí y a hacernos seguidores de él. En este caso os invito a que visitéis estos blog que, para mi, están trabajados y cuidados hasta el más mínimo detalle para que, aquellos que los visiten, se sientan a gusto y se queden allí.
Me dicen que ponga 15, pues ahí van:
Blogopédia Fantástica
Country and Western Life
El Cinematógrafo
El Espíritu del Halcón
Entre la vida y la muerte
Entre Libros
Escritor Novel-Novel Lector
Escritores en la Sombra
Halcones en la Historia
Karyukai
La leyenda de Leureley
Novelas de Fantasía
Proyecto Dragón
Ratones de Biblioteca
Sin Pedigrí
No todo está perdido
Me he permitido señalar unos fragmentos que para mi son importantes y me demuestran que aún hay editores que confían en nosotros y en lo que escribimos. Sólo falta que se arriesguen y nos den una oportunidad.
Probablemente, el nombre de Patrick Rothfuss no le suene de nada… aún. Porque este extraño señor, nacido en Wisconsin hace 36 años, ha escrito en sus ratos libres de la última década y media una de las mejores novelas fantásticas de todos los tiempos: “El nombre del viento” (Plaza&Janés).
Rothfuss al habla desde su domicilio de Wisconsin: “Cuando mi editora me dijo que necesitaba una foto, me asusté. Le pregunté si tenía que cortarme el pelo, asearme un poco, esas cosas. Ella me dijo que no, que ahora era un escritor de novela fantástica y que los lectores esperaban que tuviese un aspecto un poco salvaje”, nos cuenta.
Una conversación mantenida entre el e-mail y el teléfono a lo largo de varios días. Son necesarios para conocer a este escritor primerizo, que ha pasado de la nada más absoluta a ser una estrella rutilante en Estados Unidos. El nombre del viento –nada que ver con Zafón, vaya por delante– saltó a las pocas semanas de su lanzamiento a la lista de los más vendidos del New York Times, en uno de esos extraños e impulsivos fenómenos fruto del boca a oreja. El incendio tardó en saltar a otros países, ya que la mezcla de escritor poco conocido con un género como el fantástico no lo hacía demasiado atractivo en este tiempo de hackers anoréxicas y niños pijameros.Sin embargo, como suele ocurrir con los libros que son buenos de verdad, antes o después un editor, grande o pequeño, asume la responsabilidad de publicar el libro contra la opinión general.
En España, uno de los veintiséis países que tienen pendiente el lanzamiento, hay que agradecerle la valentía a Mónica Tussell, de Plaza & Janés. “Me enamoré de la novela desde la primera página, cuando leí acerca de los tres silencios de la posada. Y el amor me duró hasta la ochocientos”, cuenta con pasión protectora.
El vagabundo de WisconsinNo es la única. El correo de los lectores en la web de Rothfuss está saturado, y casi todos los mensajes llevan como asunto “¿Para cuándo la segunda parte?”. La propia Amazon, ante la presión de los fans, ha dado ya seis fechas diferentes de lanzamiento del El miedo del sabio, la última para este mismo mes de mayo, todas ellas sin contar con la editorial. Pero parece que aún se hará esperar un poco más. Pero, ¿qué tiene El nombre del viento para que levante tantas pasiones? ¿De dónde ha salido Rothfuss, un simpático ermitaño con aspecto de vagabundo?El Rothfuss escritor nació donde nacen todos: del amor por lo que uno lee. En este caso por la novela de fantasía. O, más concretamente, por el afán de rescatarla de los clones insulsos que la han colonizado en los últimos tiempos. Por cada brillante Harry Potter hay quince plomizas copias que repiten hasta la saciedad el esquema de espada mágica-princesa-señor malvado. “Hasta el punto de que hay veces que coges un libro y dices ‘¿eh, no he leído yo esto antes?’. No es que quisiera reinventar la fantasía, no soy tan imbécil como para pensar que puedo hacerlo, pero sí quería hacer algo distinto”.
Y vaya si lo hizo.
El nombre del viento cuenta la historia de Kvothe, un héroe de leyenda exiliado bajo nombre falso en una remota posada del fin del mundo. Un mundo que no tiene nombre, algo sin precedentes en este tipo de novelas, en el que antes de empezar el autor te golpea con un mapa detalladísimo. Hasta esa posada se acerca Cronista, una especie de periodista que está dispuesto a cualquier cosa por conocer la historia de Kvothe. A regañadientes, el antiguo héroe le concede tres días, tres días en los que relatará cómo llegó a convertirse en el mago más poderoso y batirse en duelo con un demonio por el amor de una mujer.
Un esquema atípico“No quería seguir el clásico esquema de tres actos, ni el drama shakespeariano en cinco partes. Quería contar una historia, y eso exigía una estructura singular, desnivelada y en el que la primera y la tercera personas se alternasen”, explica Rothfuss. Una presentación apabullante, de medio millón de palabras –cinco veces la extensión de una novela promedio–, y que sin embargo deja al lector temblando y suspirando por más al doblar la última hoja.Ese esfuerzo le llevó al autor nada menos que ¡catorce años! Sin embargo, Rothfuss no ve ninguna relación entre el tiempo de maduración y el fruto. “La gente siempre asume que soy un valiente soldadito por haber trabajado en el libro durante catorce años. Si te tiras catorce años escribiendo una novela y no te la publican, la gente piensa que eres idiota –y está bien, porque probablemente lo seas-. Pero, si lo consigues, eres un héroe. Para mí eso no tiene sentido. Es la misma novela. Es el mismo yo”.Pero él mismo se contradice cuando relata cómo han cambiado las cosas en su vida: “Durante mis años de estudiante era muy pobre. Ahora puedo comprar comida de verdad. A cambio he perdido el anonimato. Ayer mismo se me acercó un policía en una cafetería. Creía que me había metido en un lío… ¡hasta que empezó a preguntarme por la segunda parte!”.
Una buena parte de su éxito reside en la mezcla de magia y realismo. Hay drama y violencia, y la profundidad y la intención del libro lo sitúan en una órbita adulta, pero cualquier adolescente aficionado a la lectura lo disfrutará también. En los foros de Internet, los aficionados han creado hilos con decenas de miles de respuestas acerca del particular sistema de magia que ha inventado Rothfuss, basado por un lado en la alquimia y por otro en la wittgensteniana idea de que cada brizna de la creación tiene un nombre único al que responde. Esa premisa, de la que nace el título del libro, ya había sido empleada por LeGuin en su serie de Terramar, pero unida a la explicación mundana que aporta Rothfuss hace que suene tan original como el resto de la novela.Y, si el nombre exacto de las cosas es esencial en la historia, también lo ha sido para su comprensión en castellano. Una novela como ésta, larga y difícil de trasladar, era carne de cañón para un equipo de traductores. Y sin embargo de ella se ha encargado una única persona, Gemma Rovira. Aunque no ha estado sola en el empeño. Uno de los fenómenos más interesantes de la novela está teniendo lugar fuera de la vista del gran público, y consiste en un foro de acceso restringido en el que Rothfuss ha congregado a todos los traductores de su novela para que comenten entre ellos, se pongan de acuerdo e intenten limar en lo posible las aristas de sus respectivos textos.Lo cuenta la propia Rovira: “Podíamos hacer consultas a medida que surgían las dudas, él contestaba en tiempo real. La peculiaridad consistía en que cada traductor podía plantear preguntas y recibir respuestas, pero al mismo tiempo podía leer las consultas de los otros traductores y comentarlas también con ellos. Por otra parte, Rothfuss nos proporcionaba recopilaciones de datos que resultaban muy útiles y nos ahorraban mucho trabajo tratándose de una novela ambientada en un mundo imaginario (aclaraciones sobre la moneda, el calendario, las características de determinados personajes, la pronunciación de ciertos nombres, etc.)”.
Antes de despedirnos, no me resisto a preguntarle a Rothfuss por la fecha de finalización de su próxima novela, en la que Kvothe desgrana el segundo de los tres días que pasa junto a Cronista. “Tardará, tardará. Vuestras lágrimas me resultan deliciosas –dice con una carcajada nerviosa–. Ahora en serio, el nivel de expectación de la gente me está empezando a parecer de locos. Ayer me abordó una desconocida por la calle y, enseñándome su barriga, me dijo que su hijo nacería en abril, pero que no sabía si estaba más emocionada por eso o por el lanzamiento del libro –había leído una de las fechas falsas de Amazon–. ¿Cómo puede un autor enfrentarse a esto? Yo desde luego no puedo”.
Aunque haya gente que no esté de acuerdo conmigo, reitero en que estos fenómenos tan sólo suceden fuera de España. Los autores consagrados de literatura fantástica en este país llevan muchos años peleando por abrirse un hueco en el mercado literario ¿Cuándo habrá una editorial que ofrezca su apoyo incondicional a un escritor novel?