Al margen de estas dos corrientes mayoritarias, también hay partidarios de la teoría extraterrestre. Según los expertos que la defienden, los primeros huevos de dragón habrían llegado a la Tierra durante las épocas más primitivas de nuestri planeta, transportados por una lluvia de meteoritos. Estos huevos de origen incierto habrían permanecido aletargados mientras la Tierra era un infierno volcánico, y habrían eclosionado más adelante, después de millones de años, cuando el entorno por fin se habría vuelto óptimo.
El origen de los dragones
Al margen de estas dos corrientes mayoritarias, también hay partidarios de la teoría extraterrestre. Según los expertos que la defienden, los primeros huevos de dragón habrían llegado a la Tierra durante las épocas más primitivas de nuestri planeta, transportados por una lluvia de meteoritos. Estos huevos de origen incierto habrían permanecido aletargados mientras la Tierra era un infierno volcánico, y habrían eclosionado más adelante, después de millones de años, cuando el entorno por fin se habría vuelto óptimo.
El arte de la guerra
Descubrí el arte de la guerra en una interesante colección sobre filosofía oriental ofrecida hace un tiempo por Círculo de lectores. Me llamó la atención, porque poco sabía yo de estrategia militar y tal vez fuera este un libro que me ayudara a adentrarme en este terreno tan desconocido y que debía aprender si quería continuar con El Paladín de la reina. Obviamente ha sido un gran descubrimiento, sobretodo al hablar con otros autores de literatura fantástica que también lo han leído y que lo consideran de lectura imprescindible para el desarrollo de nuestra novela, ya que se trata de una especie de enciclopedia de las grandes estrategias para resolver conflictos: la planificación, la fuerza, las variables, el terreno, el ataque sorpresa, la utilización de los espías, el momento apropiado para el combate, la seguridad, los puestos oficiales, los expertos, cómo administrar la justicia y cómo escoger a los oficiales, el rival fuerte y el rival débil... todo ello con un propósito: lograr una comprensión completa de los aspectos físicos, políticos y psicológicos de cada conflicto concreto.
Esta cuidada edición contiene, además, las máximas recogidas cien años después por Sun Bin el Mutilado, discípulo directo del que se considera el más grande teórico del arte de la estrategia en la China Antigua, El Maestro del Valle del Demonio. Se trata de textos recientemente descubiertos en una tumba y recogidos en una versión casi completa grabada en varillas de bambú y que viene a completar este análisis del ser humano en conflicto y de las estrategias disponibles para vencer.
Una joya imprescindible, sobretodo para desarrollar la segunda parte de El Paladín de la Reina y que recomiendo leer a todo aquél que desee escribir una trama en la que el conflicto bélico ocupe una parte importante de la misma.
Gigantes
En la mitología nórdica , los gigantes fueron los primeros seres que existieron, muy anteriores a los hombres. Procedían de Ymir, el gigante primigenio que apareció al principio de los tiempos y al que mataron los dioses Odín, Vili y Ve para crear el mundo. De su carne crearon la tierra, de sus huesos las rocas y de su sangre los lagos y los mares. Los gigantes representaban para los nórdicos las fuerzas del caos contra las que luchaban los dioses para mantener el orden del universo.
Para la tradición bíblica, los gigantes nacieron de la unión de los ángeles y de las mujeres. Cuenta la biblia en el Génesis que cuando se multiplicaron los primeros hombres y procrearon hijas, los hijos de Dios (los ángeles) se fijaron en la hermosura de las hijas de los hombres (las mujeres) y tomaron las que más les agradaron. De esta unión surgieron los gigantes, los héroes del tiempo antiguo. Según una leyenda judía, difundida por los talmudistas,, había gigantes dentro del arca de Noé, y como ocupaban mucho sitio, hicieron salir al rinoceronte, que seguía el arca a nado.
Los gigantes también están presentes en la mitología celta, pero para este pueblo eran seres de carácter afable y bondadoso, a diferencia de los ogros, que eran gogantes crueles y sanguinarios. Algunos de sus héroes eran gigantes, como Fin Carn Calva, un gigante bondadoso y simple que mató torpemente a uno de sus amigos al abrazarlo, o Bran el Bendito, un gigante mítico que protegió Gran Bretaña de los invasores.
En la mitología griega los gigantes fueron creados por Gea (la madre Tierra) a partir de la sangre de Urano (el Cielo) para vengar a los Titanes, sus primeros hijos, a quienes Zeus tenía encerrados en el Tártaro. En cuanto nacieron los gigantes, atacaron al Cielo con enormes peñascos y le declararon la guerra a Zeus y al resto de los dioses olímpicos, incitados por Gea. A esta guerra se la conoce con el nombre de Gigantomaquia y refleja la lucha de los dioses contra el mal, para restablecer el orden del mundo.
Cuenta la mitología escandinava que uno de los aesir (tribu de dioses a la que pertenecía Odín) mató al gigante Thjazi, dejando desconsolada a su única hija, la giganta Skadi. Los aesir le ofrecieron como compensación a su tragedia el poder escoger como marido a uno de ellos, aunque para elegirlo sólo podría verle los pies. Skadi los observó durante un rato y se quedó con unos muy limpios y blancos, pues pertenecían a Njord, el dios del mar, cuyas aguas lo lavaban constantemente. El matrimonio no fue feliz, pues en las montañas de Skadi, Njord echaba de menos el mar y en alta mar, Skadi se mareaba. Finalmente se separaron y Skadi siguió sola.
DOS CORONAS
El oro de la Blanca Corona ciñó durante mil años las regias sienes de los monarcas aldarios. La Corona negra lució su bruñida obsidiana en el linaje erigio.
Soota es un joven erigio de espíritu rebelde y temerario. La pérdida de los recuerdos de su infancia ha forjado un corazón duro que lo ayuda a sobrevivir a las intrigas de una sociedad violenta y convulsa.
Su pasado, construído con mentiras, se derrumba el día que descubre que por sus venas corre sangre de la casta real de Aldaria. Comienza entonces para él un largo viaje hacia el honor, la lealtad y la compasión.
En medio del juego letal que disputan las Dos Coronas, Soota combatirá en una devastadora ofensiva. Pero, sobre todo, luchará por alcanzar su destino, la ansiada paz, la esperanza de recuperar lo perdido y redimir, así, su alma.
Así de sugerente es la historia de Soota, una historia que un día me invitaron a leer y de la que guardo un gran recuerdo en un rincón muy especial de mi corazón. Y es, porque, a parte de que es una gran historia, está escrita por una persona maravillosa y a la que quiero mucho, Susana Torres (o Susana Eeve, como ella prefiera), una persona de la que he aprendido mucho, tanto en el campo literario como en el personal. Desde aqui le deseo muchísima suerte con su novela, de la que espero conseguir uno de los primeros ejemplares impresos (aunque guardo con cariño el manuscrito original) y en su futura carrera literaria.
Os invito a visitar su blog y a leer el primer capítulo de Dos Coronas