El personaje de Alven está basado en los espíritus del aire del folclore holandés. Tradicionalmente, son conocidos como los mensajeros de las hadas. Son de apariencia humana, pero de naturaleza mucho más etérea. Son muy ligeros, tranparentes y se desplazan por los aires a gran velocidad.
Debido a la rapidez con la que se mueven, sin los límites físicos que impone el cuerpo, podemos encontrar a Alven en cualquier parte de Hernia. Pertenece a la gran familia de los seres elementales por lo que sus poderes pueden relacionarse con el pensamiento. Así, solamente basta pensar en él, en algún sitio elevado, para que acuda a nuestra llamada.
Son unos seres de naturaleza voluble y caprichosa, difíciles de entender por los humanos (si es que éstos consiguen llegar a ver uno).
En El Paladín de la Reina, Alven es requerido por Morarg Vorn para hacer llegar, a los dirigentes de Hernia, la noticia de la caída de Thildard y la destrucción de la capital humana. Gracias a su velocidad legendaria, los grandes líderes de Hernia marcharán hacia la ciudad fronteriza de Farath-Drill para asistir al Concilio convocado por el rey de Plenia.